Friday, June 17, 2005

Creo que los dos tuvieron miedo de lo mismo.....LA HISTORIA con otros capitulos màs

"CREO QUE LOS DOS TUVIERON MIEDO DE LO MISMO"
Polos de distinto signo

Creo que los dos tuvieron miedo de lo mismo: de ceder a la vez y hacia el mismo carril, de sufrir la última ironía de sus vidas, y de morir, además de perder, avergonzados.
Comiéndose la línea discontínua a ciento ochenta kilómetros por hora, frente a frente, no debían faltar más de cuatro segundos para encontrarse. Sólo entonces pudieron sentir, cada uno de ellos, el profundo deseo, ausente de cualquier generosidad, de que el otro pudiera mantenerse firme.
Cuatro segundos y los dos sabían que un instante antes de encontrarse, acariciarían con un leve toque el volante y el otro sólo sería una leve turbulencia, un rastro imperceptible al pasar.
Tres segundos de sol de mediodía quemando la carretera, de paralizados campos de trigo amarillo, de reflejos metálicos de coches en los caminos, de aire pesado que no se dejaba respirar. Dos segundos que ya no dejaban tiempo para recordar ofensas, vociferar retos ni saborear venganzas.
Un segundo y los dos lograron ver, a través de parabrisas cegados por la luz, en los ojos del otro el terror que le haría apartarse. Cobarde, pensó uno, cobarde, también el otro, gané, y se disponían a pestañear cuando el mundo entero se diluyó en un atronador silencio blanco y rojo.
Y vi, al incorporarme, cómo el espejismo líquido del asfalto recalentado se convertía en fuego, lejos del centro de la carretera.
Ahora pasará a Athena (con los dedos cruzados para que blogia funcione bien), si quiere empezar con estas palabras: "La única referencia conocida a una plaza en mitad del desierto..."
"LA UNICA REFERENCIA CONOCIDA A UNA PLAZA EN MITAD DEL DESIERTO"
La única referencia conocida de aquella plaza en mitad del desierto era la infinita sombra que proyectaba el obelisco que había emergido inexplicablemente de la arena. El vértice se perdía en el cielo y no se podía adivinar donde terminaba.
Llevaba muchos días andando. Cada vez era más duro. Seguía la sombra mientras había sol, al atardecer descansaba y retomaba el camino cuando era noche cerrada guiándose por las estrellas.Hacía días que no sentía sus pies, al menos aquel mercader, en el borde norte del desierto, le había cambiado sus sandalias por calzado adecuado. También le había entregado aquel bote de “aire fresco” advirtiéndole de llevar siempre agua para poder hacer la mezcla y que soplara un poco de Cierzo del norte en los momentos más calurosos.
Pero el agua se estaba acabando y no podía utilizar ni una sola gota más. Sin agua del bote sólo salía un viento abrasador. Así que decidió abandonar el bote para que la carga fuera más ligera. Además dejó casi todas sus pertenencias preguntándose como podía haber cargado durante toda su vida con algunas de aquellas cosas totalmente prescindibles para sobrevivir.
Miró una última vez hacia atrás viendo todo lo recorrido con tanta carga y encaró el tramo final del camino con la certeza de llegar sabiéndose libre de inútiles pertenencias y ataduras…
Y ahora pasará a Haiduc si quiere empezar con estas palabras "Despertó sabiendo que era ese día el que..."

0 Comments:

Post a Comment

<< Home