CADA DIA ES UN TESORO... LA HISTORIA SIGUE HASTA "SI NO HUBIERA SIDO POR EL"
1. Cada día es un tesoro
2. y cada noche es un mundo.
3. ? ? ?
4. los minutos son de oro,
5. y de plata los segundos.
A mi estrofa le falta, como veis, el tercer verso. No me decido por cuál poner, así es que lo dejo a elección del lector/a.
Sugiero los siguientes:
A: En el fútbol y en los toros
B: Con la hija del Teodoro
C: Junto a la mujer que adoro
D: Desde que dejé el MarlboroSería de gran ayuda alguna opinión al respecto; incluso algún otro posible tercer verso...
Voy a pasarle esta patata a JuanConMiedo. Tendrás que empezar tu post con la frase: “Abrí la botella de Pesquera...”.
"ABRÍ LA BOTELLA DE PESQUERA..." 13-05-2005 10:47:00
Abrí la botella de Pesquera para brindar por ella y al hacerlo pude haber recordado aquella vez que mi padre me llevó a conocer el hielo (a algunos les sucede algo parecido con las magdalenas), pero no lo hice. Solemne, elevé en el aire el vaso y lo probé. Era un vino de 50 euros aunque a mi no me pareció que estaba 31’25 veces mejor que aquellas botellitas que comprábamos a 1’6, como a mi entender debería haber sido.Todas las ventanas del piso estaban cerradas en ese momento, pero el “Gloria” de Van Morrison, en la versión con John Lee Hooker a un volumen superior al que cualquiera hubiera podido considerar el normal, nos delataba. Ese día había decidido no quedarme a enredar después de las clases con lo que llegué a casa más temprano que de costumbre. Empezamos a beber y nos dieron la una y las dos y las tres, hasta casi la esterfurosa convulcante de las mátricas. Bueno, en realidad, esas campanadas sólo debía oírlas yo puesto que sólo yo repetía las copas mientras Inma respetaba su estado: nada más alejado de su deseo, y el mío, que Gloria llegara a reclamar un día a su padre y a su madre, a los dos pues los dos se encontraban igualmente implicados en la tarea, si no concentración en el preciso momento de su engendramiento, como aquel triste, sí mayor cuidado en el subsiguiente proceso de gestación y maduración.Y así hasta el final, Herr Narrator es Herr Narrator y yo soy el que es hoy. Final. Vale.
Ahora le toca hacerlo a inmarisan, con la frase: “Por fin anoche llovió mucho”.
Por fin anoche llovió mucho. 19-05-2005 09:42:36
Por fin anoche llovió mucho. Y se mojaron los campos, y no precisamente de café. Llovió agua, tan necesaria y escasa. Y se mojaron las carretas de El Rocío, de agua. Y digo yo: ¿habría que cambiar la popular cancioncilla? Esa que todos hemos cantado en muchas ocasiones, de grandes y de pequeños, y ahora se podría decir:
"Que llueva que llueva la Virgen del Rocío, los romerillos cantan, las nubes se levantan, que sí, que no, que caiga un chaparrón…"Para seguir este jueguecito, le mando un reto a Dolo, que es el siguiente: Me gustan los gatos porque...
Me gustan los gatos porque mi Gato es gato.Mi Gato está super-relajado, y no necesita hacer yoga.Busca el sol en invierno y la sombra en verano, y nunca ha necesitado aire acondicionado.Es muy muy limpio, y no tiene esponja, champú, gel de baño, pasta de dientes, colonia, ni esas mil cosas que necesitamos los humanos limpios.Sin estar enamorado, siempre tiene los ojos brillantes.Hace unos estiramientos cuando se despierta, que me río yo de los multicentros de gimnasia.Camina con elegancia y majestuosidad, y no precisa pasarelas.Come unas plantas sí, y otras no, sin haber leído nunca libros de dietética.Se acerca a quien conoce, huye de quien no, elige cuando quiere o no quiere compañía, es mimoso y a la vez tiene su genio (saca las uñas), y todo eso sin hacer terapia de grupo.Es feliz pero nunca ha pensado en ello, ni se ha hecho su escala de valores, ni se ha planteado si es o no creyente, ni cual es su filosofía...Vive en el momento presente, sin presiones del pasado, ni especulaciones sobre el futuro: simplemente si come, come, si duerme, duerme, si juega, juega....Cuando una vez yo lloraba porque me dolían las muelas, se enroscó al lado mía sin moverse, y eso que se supone que los gatos no comprenden.Me gustan los gatos porque mi Gato es gato, y le quiero.
Para continuar con este juego yo le envío a Pepe Cerezo el siguiente reto: "Cuando tenía quince años y estaba en el Instituto...."
27-05-2005 01:18:54
Cuando tenía quince años y estaba en el instituto todavía me despertaban por las mañanas. Eso me hacía dormir bien, con el alma sosegada, como descansando en otros, abandonándome a su cuidado. Me aferraba a la adolescencia y la adolescencia me aliaba con la niñez. Mi casa era la casa de mis padres, mi madre trajinando, mi padre trabajando; mi mundo a veces se encerraba en mi habitación, o en las faldas de la camilla mientras miraba una tele en blanco y negro. Otras veces mi mundo se expandía y salía como volando, desde el balcón, abrazándolo todo, con unas inmensas ganas de ocupar toda la tierra. Soñaba con lo grande y lo pequeño.El tiempo iba lento, las tardes se estiraban casi a voluntad, como si manejase los hilos de una suerte de relatividad einsteiniana venida a menos. Y estaba la luz, la luz clara, de colores nítidos, reales, definidos, quizás lo único definido de aquella ahora placentera vida.Mi mundo era una duda; mi sostén, la incertidumbre. No la incertidumbre del mañana, ni del día siguiente, sino la del paradigma de mis propios valoresA los quince años, cuando estaba en el instituto, cuando aún era un hijo con vocación de hijo, cualquier mañana entraba el viento con olor a ansias, saturado de inacallables gritos, y me levantaba en volandas, entre siglas y banderas, y de pronto me sorprendía entre colores vivos, pensando en el futuro, un futuro, lejano e inconcreto, que yo moldeaba igualitario y pleno.Tenía granos en la cara y de mayor quería ser libre.
Manios, que soy yo, lo pasa a milva . Milva, empieza tu juego con: “Si no hubiera sido por él...”
"SI NO HUBIERA SIDO POR EL"...
milva
Cuando tenía quince años y estaba en el instituto todavía me despertaban por las mañanas.Eso me hacía dormir bien, con el alma sosegada, como descansando en otros, abandonándome a su cuidado. Me aferraba a la adolescencia y la adolescencia me aliaba con la niñez. Mi casa era la casa de mis padres, mi madre trajinando, mi padre trabajando; mi mundo a veces se encerraba en mi habitación, o en las faldas de la camilla mientras miraba una tele en blanco y negro. Otras veces mi mundo se expandía y salía como volando, desde el balcón, abrazándolo todo, con unas inmensas ganas de ocupar toda la tierra. Soñaba con lo grande y lo pequeño.El tiempo iba lento, las tardes se estiraban casi a voluntad, como si manejase los hilos de una suerte de relatividad einsteiniana venida a menos. Y estaba la luz, la luz clara, de colores nítidos, reales, definidos, quizás lo único definido de aquella ahora placentera vida.Mi mundo era una duda; mi sostén, la incertidumbre. No la incertidumbre del mañana, ni del día siguiente, sino la del paradigma de mis propios valores.
A los quince años, cuando estaba en el instituto, cuando aún era un hijo con vocación de hijo, cualquier mañana entraba el viento con olor a ansias, saturado de inacallables gritos, y me levantaba en volandas, entre siglas y banderas, y de pronto me sorprendía entre colores vivos, pensando en el futuro, un futuro, lejano e inconcreto, que yo moldeaba igualitario y pleno.Tenía granos en la cara y de mayor quería ser libre. Si no hubiera sido por él (ya sabés a quién me refiero), creo que todavía seguiría susurrando cancioncitas en mal inglés y cerrando los ojos (apenas) cada vez que alguien nombrara algunas palabras como "magia", "azul", "lennon" y otras más que no voy a detallar. Si no hubiera sido por él, todavía me reiría sin buscar el motivo y hasta creo que hubiera aprendido algún juego más, pero finalmente empezó a llevarse muchas cosas que eran simples y terminaron siendo ajenas.
El juego sigue.. la frase que da pie desde ahora es: "No estaba creyendo en demasiadas cosas cuando.............." y la jugadora que sigue el juego es Adicta al chocolate
0 Comments:
Post a Comment
<< Home